Las quemaduras son lesiones de la piel causadas por contacto con diversos agentes.
En función del agente que las produce, pueden ser: térmicas, químicas y eléctricas.
La gravedad de las quemaduras la marcan la profundidad, la extensión, la localización y la edad.
La extensión de una quemadura se calcula por la regla de los "nueve", que divide las zonas del cuerpo en porciones del 9% o sus múltiplos.
Existen tres niveles de quemaduras:
- Quemaduras de primer grado: afectan sólo a la capa exterior de la piel. Causando dolor, enrojecimiento e hinchazón. Ejemplo: quemadura de la exposición al sol.
- Quemaduras de segundo grado: afectan tanto a la capa como a la subyacente, por debajo de la piel. Provocan dolor, enrojecimiento, inflamación y formación de ampollas. Ejemplo: quemaduras por aceite caliente.
- Quemaduras de tercer grado: afectan las capas profundas de la piel y también se denominan quemaduras de espesor completo. Pueden provocar coloración blanquecina, oscura o carbonizada de la piel. La piel puede quedar insensible. Ejemplo: quemaduras por un incendio.
PRIMEROS AUXILIOS EN CASO DE QUEMADURAS
- Alejar a la victima de la fuente de calor y tranquilizarla.
- Enfriar el área quemada, aplicando compresas de agua fría sobre la lesión. NO colocar hielo en la zona quemada.
- No aplicar ningún tipo de pomada.
- Cubrir con gasas limpias.
- No quitar la ropa, excepto en quemaduras producidas por sustancias químicas.
- Retirar con cuidado todo tipo de complemento de la zona afectada, como relojes, anillos..., antes de que se empiece a inflamar.
- No administrar líquidos por vía oral.
- Trasladar a la victima a un centro donde la asistan.
- NO coloque una almohada debajo de la cabeza de la persona si hay quemaduras de las vias respiratorias porque esto puede cerrarlas.
- NO toque la piel muerta o ampollada.
- NO respire, tose ni sople sobre la quemadura.
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